TUS FLORES
Me tuve que ir, una vez más.
Otra vez dejé las rosas, con los olores de tu vida.
Yo no tenía espacio para tanta belleza modelada en flores, aunque los colores y los aromas recién empezaban a bullir, desde tu emulsión de pétalos maduros.
Exhalabas un perfume cósmico, con fragancias que espejaban vidas pululantes en otras galaxias, jamás capturadas. Yo sería el pionero. El gran catador de tus pinceladas, cuyo lienzo sería mi vida.
No solo desplegabas chispazos cromáticos en forma de luces, sonidos y perfumes. Tú eras el arte.
Volví a dejar las rosas. Me puse el paraguas, para cubrirme el cabello. Y me fui. Sin que lloviera una gota.
Pero quedará tu perfume, etéreo, magnificente.
Los faroles cansinos volverán a marcarme el camino, para retomar el círculo.
Volveré a ser el mismo, volveré a pecar. Me llenaré de espinas la sien.
Pero seguiré sintiendo el olor de tus flores, que una vez dejé. Y viviré, como pueda…
Otra vez dejé las rosas, con los olores de tu vida.
Yo no tenía espacio para tanta belleza modelada en flores, aunque los colores y los aromas recién empezaban a bullir, desde tu emulsión de pétalos maduros.
Exhalabas un perfume cósmico, con fragancias que espejaban vidas pululantes en otras galaxias, jamás capturadas. Yo sería el pionero. El gran catador de tus pinceladas, cuyo lienzo sería mi vida.
No solo desplegabas chispazos cromáticos en forma de luces, sonidos y perfumes. Tú eras el arte.
Volví a dejar las rosas. Me puse el paraguas, para cubrirme el cabello. Y me fui. Sin que lloviera una gota.
Pero quedará tu perfume, etéreo, magnificente.
Los faroles cansinos volverán a marcarme el camino, para retomar el círculo.
Volveré a ser el mismo, volveré a pecar. Me llenaré de espinas la sien.
Pero seguiré sintiendo el olor de tus flores, que una vez dejé. Y viviré, como pueda…
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